Como ya sabéis no soy amiga de las bodas, y mucho menos del coctel, porque nunca podemos comer nada, y me pone de mal humor tener que estar pegada al cortador de jamon como si fuese una gorrona.
Pero igual que me quejo cuando me ocurren estas cosas, cuando algo está bien hay que decirlo, y eso es lo que me ha pasado en la última boda a la que ido, en El gran hotel las Rozas (Madrid), donde no solo me atendieron fenomenal y estuvieron pendiente de mi comida en todo momento;sino que además se preocuparon hasta de prepararme un platito sin gluten para que en el coctel pudiese comer algo como los demás invitados.
¡¡un detallazo!! Que además no tenia nada que envidiar al coctel de los glutinicos.
¡¡un detallazo!! Que además no tenia nada que envidiar al coctel de los glutinicos.
Me encanto el detalle, porque demuestra no solo que tengo una amiga (la que se casaba) que es un encanto y esta super pendiente de todo, hasta el mínimo detalle; sino que ademas en el sector hostelero cada vez vamos avanzando un poquito mas con esto de la celiaquía y los eventos sociales gastronómicos.
Espero que en poco tiempo este gesto sea algo tan habitual, que yo por fin pueda dejar de quejarme.
